Cómo saber si mi hijo necesita evaluación psicológica (ADOS-2)
Muchas madres y padres se preguntan en algún momento si las conductas de su hijo son parte de un desarrollo normal o si requieren una evaluación más profunda. La inquietud suele aparecer cuando observan que el niño tiene dificultades para comunicarse, se aísla de otros niños, muestra intereses muy restringidos o presenta comportamientos que parecen repetitivos. Ante estas señales, una de las herramientas más utilizadas a nivel mundial es el ADOS-2 (Autism Diagnostic Observation Schedule, Second Edition), considerada la prueba estandarizada de referencia para evaluar la presencia de características del espectro autista.
El ADOS-2 es una evaluación semiestructurada que se aplica a niños, adolescentes y adultos. Consiste en una serie de actividades y situaciones diseñadas para observar la comunicación, la interacción social, el juego y los comportamientos repetitivos o restringidos. No es un examen académico ni una prueba que se pueda “aprobar” o “reprobar”: su objetivo es identificar patrones de comportamiento que ayuden a los profesionales a confirmar o descartar la presencia de un trastorno del espectro autista (TEA).
Cuándo considerar una evaluación con ADOS-2? Existen algunas señales de alerta que los padres pueden detectar en casa o que suelen reportar las educadoras en la escuela. Por ejemplo, un niño que evita el contacto visual de manera persistente, que no responde cuando se le llama por su nombre, que no comparte intereses con los demás (como señalar un objeto para que otro lo observe) o que muestra juegos repetitivos y poco imaginativos. También es motivo de consulta si el niño tiene un lenguaje limitado o ausente a una edad en la que ya debería comunicarse con frases simples, o si manifiesta reacciones intensas a ciertos sonidos, texturas o cambios en la rutina.
La investigación científica confirma que una detección temprana marca la diferencia. Según Lord et al. (2012), el uso del ADOS-2, combinado con entrevistas clínicas y otras escalas complementarias, aumenta significativamente la precisión diagnóstica del TEA. En América Latina, estudios recientes han destacado que la aplicación del ADOS-2 permite orientar no solo el diagnóstico, sino también la planificación de intervenciones educativas y terapéuticas adaptadas a cada niño (Ratto et al., 2018).
Es importante recordar que no todas las conductas inusuales son signo de autismo. Algunos niños pueden ser tímidos, reservados o presentar retrasos temporales en el lenguaje que luego superan. Por eso, la evaluación debe ser realizada por un psicólogo o equipo especializado que considere el historial de desarrollo, los antecedentes familiares, el contexto escolar y la observación clínica directa. El ADOS-2, en este sentido, se convierte en un instrumento clave, pero siempre dentro de un proceso integral.
Los padres que sospechan que su hijo podría necesitar una evaluación suelen sentir miedo o culpa. Sin embargo, buscar ayuda profesional no significa etiquetar ni limitar al niño, sino abrir la puerta a un diagnóstico certero y a apoyos adecuados que favorezcan su desarrollo. En muchos casos, contar con una evaluación temprana permite implementar estrategias educativas personalizadas, terapias del lenguaje, intervenciones conductuales y acompañamiento familiar, lo que impacta de manera positiva en la calidad de vida.
Algunas recomendaciones prácticas para familias incluyen: observar y anotar conductas repetitivas o dificultades sociales, conversar con docentes sobre el desempeño del niño en el aula, pedir una primera entrevista con un psicólogo infantil especializado en neurodesarrollo y, si es necesario, solicitar la aplicación del ADOS-2 como parte de un proceso diagnóstico más amplio. Es preferible consultar y descartar a esperar y perder un tiempo valioso en la intervención.
En definitiva, saber si un hijo necesita evaluación psicológica no siempre es sencillo, pero escuchar la intuición como madre, padre o cuidador es un primer paso importante. Ante dudas, la orientación profesional y el uso de herramientas estandarizadas como el ADOS-2 permiten tomar decisiones basadas en evidencia, con el objetivo de brindar al niño la mejor oportunidad para desplegar todo su potencial.
Preguntas frecuentes: ¿El ADOS-2 es suficiente para diagnosticar autismo? No, es una herramienta central pero debe complementarse con entrevistas y otras escalas. ¿A qué edad se puede aplicar? Desde los 12 meses hasta la adultez, con módulos adaptados a cada etapa. ¿Duele o incomoda al niño? No, son actividades de juego y comunicación que se realizan en un ambiente controlado. ¿Qué pasa después de la evaluación? El equipo entrega un informe con orientaciones diagnósticas y recomendaciones de intervención.
Recomendaciones prácticas: observa con atención la interacción social de tu hijo; registra conductas repetitivas o dificultades de lenguaje; conversa con la escuela; agenda una evaluación psicológica si hay dudas; recuerda que un diagnóstico temprano puede facilitar apoyos que cambian la trayectoria de vida.
Este artículo es informativo y no reemplaza la evaluación profesional. Si sospechas que tu hijo presenta señales de alerta en su desarrollo, consulta con un especialista en salud mental infantil.
Referencias:
- Lord, C., Rutter, M., DiLavore, P. C., Risi, S., Gotham, K., & Bishop, S. L. (2012). ADOS-2: Autism Diagnostic Observation Schedule, Second Edition. Western Psychological Services.
- Ratto, A. B., Kenworthy, L., Yerys, B. E., Bascom, J., Wieckowski, A. T., White, S. W., … Anthony, L. G. (2018). What about the girls? Sex-based differences in autistic traits and adaptive skills. Journal of Autism and Developmental Disorders, 48(5), 1698–1711. https://doi.org/10.1007/s10803-017-3413-9